La mayoría de los padres y madres de familia, interesados en que sus hijos desarrollen amor por la música y en especial por un instrumento musical, ya que saben de la importancia que esto tiene para el desarrollo cognitivo de sus hijitos, se hacen en algún momento la gran pregunta: ¿Cuándo y cómo ayudar a mi hijo a escoger su instrumento musical?
La inteligencia musical puede empezar a desarrollarse desde los primeros meses de vida por medio de la estimulación musical. Estas son clases que buscan desarrollar en los pequeños habilidades musicales que ayudan a promover diferentes áreas del desarrollo como el lenguaje, la parte cognitiva, la memoria, la atención, el equilibrio, entre otros…
“Son experiencias que le van a servir al niño para toda su vida”
Mientras estas actividades permiten al niño desarrollar su inteligencia musical de manera divertida, las clases formales le exigen concentración y disciplina.
¿Cuándo entonces debe el chiquillo empezar a tocar un instrumento musical?
Desde mi experiencia puedo compartirte la mayoría de los niños tienen las condiciones necesarias para tocar un instrumento musical a los 6 años.
Tú lo puedes poner a los 3 años, pero a esa edad las capacidades del niño son menores para ese tipo de actividades, a no ser, como sucede en casos muy excepcionales, que tenga una predisposición natural a acercarse a la música y a un instrumento, como en los niños virtuosos.
El resultado de lo primero podría ser que por estar tocando las mismas tres piezas o los mismo ejercicios muchísimo tiempo perderá el interés, se aburrirá y pensará que tocar un instrumento musical es muy difícil.
Pero… ¿Y si tengo un niño prodigio como Mozart? Se preguntan los padres…
Yo les digo: Todos los niños tienen talento musical, pero si tú quieres forzarlo a que sea un Mozart, es posible que deje el instrumento abandonado. Debes dejar que tu niño se vaya desarrollando .
El ideal es que el primer instrumento musical debe ser elegido por el mismo niño. Por eso las clases de iniciación musical son importantes, entre más sumergido esté el niño en la música, más elementos tendrá él para decidir qué instrumento quiere tocar. El instrumento musical será el compañero fiel del niño.
El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños. La música es una de las actividades preferidas de los niños ya que les proporciona seguridad emocional, confianza; se sienten comprendidos al compartir canciones, en fín…
El aprendizaje de un instrumento jamás deberá ser impuesto, la libre elección del niño le permitirá desarrollar mejor su afición y lo más importante es que al pequeño le guste.
Como les decía al principio, a partir de los 6 años los niños pueden abordar la música desde otras perspectivas por que ya pueden entender este lenguaje con mayor claridad pueden aprender las notas musicales, algunas figuras rítmicas, familiarizarse con las claves que se ponen al inicio del pentagrama. Son niños que leen y escriben despacio pero poco a poco se involucran con la gramática musical por que tienen más habilidades académicas desarrolladas como la disciplina y la concentración.
¿Cuáles instrumentos son recomendarles?
Como padres debemos tener claras las ventajas e inconvenientes:
- Canto: “El instrumento que todos tenemos”. Ayuda a desarrollar el habla, el oído, la respiración, ya las habilidades sociales. Hay que ser cuidadosos en la adolescencia, especialmente en los varones por que sufren más cambios en su voz y salen los famosos “Gallos”, por lo que será mejor esperar a que su voz se haya desarrollado para retomar la actividad y así evitar lesiones que comprometan la funcionalidad adecuada del sistema fonatorio.
- Piano: Existe la creencia de que para tocar piano se necesitan dedos largos… Si bien es cierto que los dedos deben tener buena motricidad y cierto tamaño, el niño comienza a explorar el instrumento con un dedo y a tocar 2 o 3 notas, lo que pueda abarcar su mano. Ten en cuenta que el valor de ese instrumento puede ser alto.
- Percusión: En las clases de iniciación musical se suelen utilizar mucho estos instrumentos. Si deciden estudiar por ejemplo batería, que es uno de los instrumentos más populares, tocarla bien, no es sencillo, pero permite al niño experimentar con muchas sonoridades diferentes.
- Instrumentos de cuerda: Si te preocupa que tu chiqui no sea capaz de sostener un violín o una guitarra, existen versiones de esos instrumento musicales en dimensiones adecuadas para los niños. El violín y el violonchelo dependen mucho de la extensión del brazo. La guitarra es de los instrumentos más populares y para empezar, es de un valor asequible al bolsillo de las familias, aunque al principio puede costar pulsar las cuerdas para producir sonidos, pero poco a poco, con práctica y disciplina lo consiguen.
- Instrumentos de viento: Son instrumentos que demandan buena capacidad pulmonar y buena administración del aire almacenado en los pulmones. Por eso no es recomendable tocarlos antes de los 10 años de edad, a no ser que los niños presenten una predisposición natural al instrumento. Los niños pueden marearse. Hay excepciones, por ejemplo, niños que hayan tomado clases de natación y hayan desarrollado bien sus pulmones, podrían hacerlo sin inconveniente alguno. Para los más pequeños el que suelo recomendar es la flauta dulce, pues no requiere un soplo fuerte ayuda a desarrollar los pulmones, la agilidad con los dedos, la coordinación, la digitación, por lo que es una buena opción para realizar un proceso de acercamiento a los demás instrumentos de viento.
Lo más importante es que el niño tenga la oportunidad de expresarse libremente y de esta manera encontrar el instrumento con el que realmente se identifique y satisfaga su curiosidad.
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